El reciente fallecimiento de la joven deportista y dirigente social Mayory Ashly Cartagena Vega ha reavivado una intensa polémica en el país, luego de que un medio de comunicación boliviano vinculara su deceso con las deficiencias del sistema de salud nacional.
Según un comunicado de Radio Quime, la joven falleció tras lo que el medio describió como un «pobre y atrasado sistema de salud público». Cartagena era conocida no solo por su carrera deportiva, sino también por su activa participación en el ámbito social como dirigente y miembro de CONALJUVE Bolivia. Además, era una profesional graduada de la Universidad Técnica de Oruro (UTB).
En su mensaje, la emisora no solo lamentó la pérdida de la joven, a quien calificó como un «ejemplo de mujer luchadora», sino que también denunció abiertamente la situación de la salud en Bolivia. La declaración expresa el lamento de que la salud privada sea un «negocio lucrativo» inalcanzable para la mayoría de la población y que, además, existan «malos y mediocres médicos».
El caso ha generado una fuerte reacción en redes sociales y ha puesto en el centro del debate la urgente necesidad de reformas en la infraestructura y la calidad de los servicios de salud pública en el país. El comunicado de Radio Quime concluye con una frase contundente: «Que su muerte sirva para que nuestro país cambie el triste sistema de salud», transformando un obituario en una crítica social.
